Mitos y errores comunes sobre la meditación

Meditar está de moda

La meditación ha entrado a formar parte de nuestra cotidianeidad. Todo el mundo ha oido hablar de la meditación y puedes practicarla en cualquier centro de yoga a la esquina de tu casa. Esto era absolutamente impensable hace tan solo diez años cuando era considerada una costumbre exótica y algo excéntrica.

Celebrities como Katy Perry, Paul McCartney, Madonna u Oprah Winfrey meditan y nos hablan de las bondades de la meditación.

Que si voy a tener una mente más focalizada, más resiliencia, mejor capacidad de decisión, más paz… que voy a ser más feliz, en definitiva.

¿Porqué, si no, iba yo a estarme 40 minutos con la espalda tiesa y luchando con mis pensamientos?

Porque la meditación es esto… ¿o no?

Busco información sobre la meditación y me encuentro multitud de escuelas, técnicas, instrucciones, opiniones… muchas de ellas contradictorias entre si.

Intento sentarme 40 minutos y dejar la mente en blanco.

(…)

Imposible.

No puedo.

Me frustro.

Abandono la meditación.

Este podría ser el resumen de la historia de una persona corriente que quiere aprender a meditar.

Todo el mundo habla maravillas de la meditación, pero nadie sabe exactamente en que consiste. ¿Cómo se practica? ¿Se puede apoyar la espalda o no? ¿Qué es lo que hace que una meditación sea una buena meditación?

Desde mi experiencia, voy a intentar aclarar algunos conceptos básicos sobre la meditación. Y digo desde la experiencia, y esto es importante, porque sólo desde la experiencia directa se puede llegar a la comprensión, al auténtico conocimiento.

Este es el gran problema, a mi entender, sobre los mitos y errores que envuelven estas enseñanzas, el no hablar desde la propia experiencia directa, sino desde lo que supone que es o debería ser.

Nunca podrás aprender a meditar leyendo un libro.

Ni siquiera escuchando las enseñanzas de los mejores maestros.

Sólo puedes aprender a meditar, meditando.

Y… eso lo puede hacer cualquiera.

Sólo a través de la práctica puedes tener un pequeño atisbo de comprensión de lo que la meditación significa.

La meditación es algo innato en el ser humano

“Una de las razones por las cuales el ser humano moderno se encuentra en una crisis –ecológica, intelectual y espiritual– tiene que ver con que la vida moderna, el supuesto progreso y la prosperidad del tecnocapitalismo, ha logrado (aunque no del todo) ocultar la muerte de la vida diaria y ha llenado los espacios de contemplación con entretenimiento.”

El estado contemplativo

La contemplación, el aburrimiento, el “dolce far niente”, quedarse en babia… es un estado natural y absolutamente necesario para el ser humano. Desgraciadamente, esta necesidad ha sido completamente obviada, incluso despreciada en la sociedad moderna. Estar sin hacer nada está tremendamente mal visto y cuando “no hacemos nada”, nos sentimos mal.

En este “no hacer nada”, en este estado de vaciamiento interior y exterior, no se pretende ningún razonamiento, ni ninguna acción, sino simplemente dejar que las cosas sucedan. Este estado de “vaciamiento” es necesario para la renovación mental, para la vitalidad y la salud mental. Es de este estado de dónde surge la auténtica creatividad.

No en vano, cuando necesitamos solucionar un problema y no conseguimos dar con la solución, por más que pensemos, decimos: “voy a consultarlo con la almohada”. Es decir, acallando los circuitos habituales de pensamiento creamos un vacío mental (en este caso a través del sueño) para dar la oportunidad de que surja ese espacio en dónde es posible que aparezca una nueva respuesta, auténticamente original.

La meditación es ponerle un método y una disciplina a la capacidad innata de crear este vaciamiento. Son unas técnicas milenarias, probadas a través de la práctica y la experiencia de millones de personas, a través de la historia, en todas las culturas del planeta. Estas prácticas se han mostrado muy eficaces para mejorar el funcionamiento de la mente, entendiéndola en un sentido amplio y profundo, que engloba la parte racional de la mente, pero también la intuitiva, la creativa y la trascendente.

Por supuesto, este estado contemplativo, muy similar al estado de meditación, también se puede conseguir de otras maneras: contemplando el fuego de la chimenea, abrazando un bebé, realizando tareas repetitivas como las labores, a través de la música y otras artes y con cualquiera de nuestras pequeñas acciones cotidianas, en realidad.

De hecho este seria el objetivo de la meditación (si es que hay alguno). Poder vivir cada perqueño instante de nuestra vida con esta actitud de atención plena desapegada, sin prejuicios ni expectativas. Con una mente abierta a que las cosas sean como son en realidad y no como se supone que, o como yo me pienso que tienen que ser.

Mitos y errores comunes sobre la meditación:

• Meditar es dejar la mente en blanco.

• Para meditar debes sentarte en el suelo y sin apoyar la espalda.

• Para meditar debes ser hindú o budista o … te tienes que hacer de alguna religión.

• Confundir meditación con técnicas de relajación.

• Confundir meditación con visualizaciones.

• Confundir la meditación con reflexionar sobre algo.

• Confundir con técnicas para conseguir cosas, ley de la atracción.

• Las técnicas de meditación no es la meditación.

¿Y tu? ¿Qué otros mitos y errores te has encontrado en tu camino de meditador?