Las asanas de equilibrio nos ayudan a medir y a mejorar nuestro equilibrio físico, pero también interior. Para tener un buen equilibrio necesitamos encontrar nuestro centro y empoderarlo, enraizarnos y luego expandirnos desde esta base segura. Y esto es así literal y metafóricamente hablando.
Con las asanas de equilibrio, se trabaja la capacidad física de mantenernos de pie incluso en una postura inestable, pero también se trabaja el equilibrio mental. Cuando la mente está dispersa, cuando estás preocupada o inquieta es mucho más difícil mantener las posturas de equilibrio que cuando la mente está calmada y centrada.
Namasté.
El equilibrio
El equilibrio es una capacidad física importantísima para las personas. Sin el equilibrio no podríamos estar de pie, ni caminar, ni bailar, ni tantas y tantas cosas que hacemos en nuestro día a día.
El equilibrio es una capacidad neuro-fisiológica, es decir, que en ella están involucradas las capacidades físicas (como la fuerza y la elasticidad de los músculos) y también neuronales (la capacidad del sistema nervioso para transmitir y procesar información rápidamente).
El equilibrio tiene que ver con los “reflejos”, es decir, la capacidad de respuesta rápida. Es una capacidad que disminuye con la edad, pero se puede mejorar con un adecuado entrenamiento.
Vamos a ver cómo sería este “adecuado entrenamiento” y que puntos hemos de tener en cuenta para obtener el máximo beneficio, minimizando los potenciales riesgos.
Puntos a tener en cuenta en las asanas de equilibrio
· Equilibrio y osteoporosis
Uno de los grandes problemas de las personas mayores, especialmente las mujeres, son las caídas con fractura de hueso. Esto es debido a dos factores, como comentaba antes, la pérdida de reflejos con la edad y la osteoporosis / osteopenia, que casi todas las mujeres sufrimos después de la menopausia.
Para minimizar este efecto, podemos mejorar la densidad ósea con dietas y tratamientos, pero también podemos mejorar el equilibrio entrenándolo. Además, está demostrado que el hueso necesita estímulos de presión para su regeneración. Es por esto que los astronautas sufren de pérdida ósea, por la falta de presión atmosférica. El ejercicio físico suave, en especial de pie, es beneficioso para la salud de los huesos.
Para entrenar el equilibrio en personas con osteoporosis, tendremos que hacerlo siempre con la máxima seguridad para evitar caídas. Introduciremos las asanas de equilibrio aumentando progresivamente la dificultad. Nunca forzaremos al alumno a hacer algo de lo que no se siente seguro. Si es necesario situaremos un punto de apoyo cerca del alumno (pared, silla), para ir separándose progresivamente de este apoyo.
· La mirada
La mirada es un factor importante para mantener el equilibrio. Prueba a practicar un equilibrio, primero con los ojos abiertos y después cerrados. Con los ojos cerrados cuesta muchísimo más.
Esto es así debido a que la vista es así debido a los procesos neuro-fisiológicos que utiliza el cuerpo para mantener el equilibrio. El cerebro recoge información de diferentes partes del cuerpo y la procesa para saber si estamos en situación de equilibrio, o nos estamos inclinando y nos vamos a caer. Uno de los emisores principales de información es la vista. Por esto si cierras los ojos es mucho más difícil mantener el equilibrio.
TIP: para mejorar el equilibrio, mira fijamente, pero de una forma relajada, a un punto fijo a un par de metros delante de ti.
· Los pies
La musculatura de la planta de los pies es una de las principales implicadas en mantener el equilibrio. Observa la planta de tus pies cuando haces una asana de equilibrio. Es muy interesante observar los micro-movimientos que hace la musculatura de esta zona. ¡Es realmente un mecanismo de súper-precisión!
Es obvio pues, que cuanto mejor acondicionada esté la musculatura de la planta del pie más fácil será mantener el equilibrio.
TIP: antes de practicar asanas de equilibrio, moviliza las articulaciones del pie y haz algunos ejercicios para descontracturar la fascia plantar (por ejemplo: auto-masaje con pelotas de tenis).
· Las rodillas
Las rodillas es otro de los puntos que tenemos que tener en cuenta cuando hacemos equilibrios sobre una sola pierna. Esta única pierna va a cargar con todo el peso del cuerpo y, además, en una situación comprometida ya en que tendrá que trabajar muy activamente para mantener el equilibrio. Este aumento de peso soportado tiene como consecuencia un aumento de presión sobre las articulaciones de la pierna y especialmente la rodilla. Esta presión excesiva en la articulación conlleva el desgaste del cartílago y de los meniscos.
Por todo esto deberíamos procurar disminuir la presión en la articulación de la rodilla, cuando hacemos asanas de equilibrio. ¿Cómo? Haciendo un esfuerzo consciente por no híper-extender las rodillas. La híper-extensión de rodilla, es decir, “empujar las rodillas hacia atrás”, produce una presión excesiva y innecesaria en la articulación.
TIP: Al hacer asanas de equilibrio, procurara tener la rodilla “micro-flexionada”. Tener la rodilla un poco “floja”: suavizarla.
· El piramidal
El piramidal es un músculo pequeñito, que se encuentra en una capa muscular profunda de la región de la cadera y los glúteos.

Es un músculo importante para tener en cuenta en la práctica del yoga, tanto es así que le dedicaré una sesión exclusivamente a él. Pero necesitamos conocer algunas cositas de este músculo para practicar las asanas de equilibrio con seguridad.
- El piramidal estabiliza la articulación de la cadera permitiéndonos caminar, cambiar nuestro peso de un pie a otro y mantener el equilibrio.
- El nervio ciático es un nervio largo y grueso que pasa a través o paralelamente al músculo piriforme y que inerva toda la extremidad inferior.
- El piramidal es un músculo muy fuerte y cuando se activa produce un estrangulamiento del nervio ciático.
- El excesivo de tono o “contractura” de este músculo puede ocasionar una falsa ciática.
El piramidal es un músculo que va estar sobresolicitado cuando practicamos asanas de equilibrio. Así pues, necesitaremos estirar este músculo después de una sesión en que se haya trabajado intensamente con asanas de equilibrio de pie.
TIP: estira siempre el piramidal después de una sesión de equilibrios de pie. La asana por excelencia para estirar el piramidal es la Paloma: Eka Pada Raja Kapotanasana.

Espero que te haya gustado esta entrada y que te sea útil.
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