El mono borracho y la atención plena

Metáfora budista sobre como el mindfulness y la meditación nos ayudan a calmar y centrar  nuestra mente.

samathaLos budistas afirman que la mente es como un mono borracho al que ha picado un escorpión, siempre saltando de una rama a otra y gritando absolutamente enloquecido. Igual que el mono borracho, la mente se va moviendo de un pensamiento a otro, de un pensamiento a otro, en una verborrea frenética y sin fin.

Nadie en su sano juicio, se pondría en manos de un mono borracho! En cambio nosotros lo hacemos continuamente.

¿Qué podemos hacer para calmar nuestra mente?

Con las técnicas de atención plena y meditación podemos «adiestrar» nuestra mente para que vaya donde nosotros queremos que vaya.

Para adiestrar un animal salvaje, al principio es necesario algo para sujetarlo, por ejemplo, una estaca que se clava en el suelo y donde ata al mono borracho con una cuerda. De este modo, cuando prueba a escaparse, podemos tirar de la cuerda y hacerlo volver.

Al igual que con el mono borracho, en el caso de la mente también se necesita un objeto para sujetarla. La estaca con que sujetamos la mente será el objeto de nuestra atención cuando estamos practicando mindfulness.

Se elige un objeto y se centra la atención de la mente en este objeto. Cada vez que la mente se dispersa y se va… tiras con amabilidad, sin juicios, y la invitas a centrar la atención de nuevo en este objeto.

Los objetos clásicos para la pràctica de la meditación son la atención a la respiración, atención a las sensaciones del cuerpo, repetición de un mantra, el sonido de un gong, contemplación de un objeto, meditación caminando…